sábado, 5 de septiembre de 2009

Dos anécdotas sobre Yves Tanguy

GIORGIO DE CHIRICO. El cerebro del niño (1914) Moderna Museet, Estocolmo.



Yves Tanguy (París 1900 - Woodbury 1955) es uno de los más importantes pintores surrealistas de principios del siglo XX. Nacido francés, terminó trasladándose a Estados Unidos y nacionalizándose americano en 1948.

Su pintura se mueve en torno a lo que puede llamarse surrealismo abstracto, y se traduce en un universo poético y misterioso de paisajes petrificados y formas blandas, vagamente orgánicas. Lo curioso es que se dedicó a la pintura tardíamente, después de haber ejercido durante un tiempo como marino mercante, tras la Primera Guerra Mundial. Al igual que San Pablo camino de Damasco, Tanguy sintió la llamada del arte, de una manera algo más prosaico pero no menos convincente. Un día circulaba en la plataforma de un autobús por París cuando vio expuestos en la tienda de arte de Paul Guillaume, en la rué de la Boetié, dos cuadros de Giorgio de Chirico, uno de ellos "El cerebro del niño". El impacto que le causó fue tan brutal que decidió dedicarse a la pintura a partir de entonces. Descubrió que, sin saberlo, era un pintor.

De formación autodidacta, entró en contacto con el círculo de pintores surrealistas y se hizo gran amigo de André Breton. Más tarde alcanzaría el éxito. Sobre esto ha dejado Peggy Guggenheim en su autobiografía una anécdota muy divertida:


YVES TANGUY. Indefinite Divisibility (1942) Galería de Arte Albright-Knox, Buffalo (NY)


"Tanguy había estado loco en el pasado, por lo que estaba exento de incorporarse al ejército francés. Poseía un carácter encantador, era modesto y tímido, y tan adorable como un niño. Tenía poco pelo (el que le quedaba se le ponía de punta cuando se emborrachaba, lo que por desgracia sucedía muy a menudo) y unos piececillos muy bonitos de los cuales estaba sumamente orgulloso. A mi me tenía mucho cariño y en una ocasión me dijo que podía pedirle lo que quisiera, pero por aquella época yo continuaba enamorada de [Samuel] Beckett.

Su exposición obtuvo un gran éxito, y vendimos gran cantidad de cuadros, pues por aquella época el Surrealismo empezaba a ser conocido en Inglaterra. Como consecuencia de ello Tanguy se encontró de pronto con que era rico por primera vez en su vida y empezó a tirar el dinero a diestro y siniestro. En los cafés solía hacer bolitas con billetes de una libra y lanzarlos a las mesas cercanas. A veces llegaba al extremo de quemarlos. En París tenía un gran amigo, un pintor rumano llamado Víctor Brauner, que cuidaba de su gato Manx mientras él estaba en Londres. Tanguy le mandaba al gato un billete de una libra todos los días, pero en realidad el dinero iba destinado a Brauner, que era muy pobre"

PEGGY GUGGENHEIM, Confesiones de una adicta al arte (2002)

3 comentarios:

Deprisa dijo...

Qué curiosa anécdota. Realmente da la sensación de tener mentalidad de niño, quizá en parte fuera por eso que era tan buen pintor suerrealista.

Gonzalo Durán dijo...

Exactamente, un niño, eso es. Cuando el ex-marido y los hijos de Peggy Guggenheim le preguntaron por qué no se casaba con Tanguy, la respuesta de ella es que necesitaba un padre y no un hijo. El surrealismo tiene mucho de eso, de imaginación y fantasía infantil.

Duncan de Gross dijo...

Wow!, no conocía a Tanguy (solo por referencias, nunca me ha dado por estudiar su arte ni su vida), la verdad, y tu entrada me ha despertado el gusanillo de la curiosidad. ;-)

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