domingo, 12 de noviembre de 2017

ANDERS HENRIK WISSLER, "La pesca de Thor" (1903)

Anders H. Wissler, La pesca de Thor (1903)
Estocolmo
La plaza de Mariatorget, en el barrio de Södermalm, es uno de los lugares más animados de Estocolmo. El barrio, convertido en lugar de moda, es punto de reunión de todo tipo de público en las animadas tardes veraniegas, que copan sus bancos y llenan las muchas terrazas de los cafés que hay en torno a ella. Muchos de los asiduos se dan citan para desafiarse en competidas partidas de petanca, ante las que se congrega un buen número de curiosos que no dejan de comentar las incidencias del juego.

 El centro de la plaza lo ocupa una monumental fuente de bronce del escultor y ceramista sueco Anders Henrik Wissler. No son muchos los datos que he logrado reunir sobre él. Nació en Linköping el 3 de febrero de 1869, y murió en 1941 en Estocolmo. Se formó como escultor en la Escuela Técnica y en la Real Academia de Bellas Artes, ambas en Estocolmo. Pronto empezó a acumular premios y así, en 1897 obtuvo la medalla Duke, y en 1901 la Medalla Real. Poco después, en 1904, se casó con Berta Östrand, a quien había conocido cuando ambos estudiaban en la Escuela Técnica de Estocolmo. Juntos viajaron aquel mismo año rumbo a París, donde Wissler completó su formación escultórica. En 1908 el matrimonio se instaló en Mariefrend y un año después fundaron la Wissler Ceramics, un taller de cerámica con el que alcanzaron un notable éxito, gracias a una nueva técnica que requería de altas temperaturas pero que proporcionaba a las piezas una dureza similar a la de la piedra. Allí estuvieron hasta 1920, pero luego la pareja se trasladó a Lidingö-Brevik, en las afueras de Estocolmo, donde prosiguió con sus actividades.

En 1903 ganó el concurso que se convocó para erigir una fuente en la plaza de Mariatorget, aunque en aquel tiempo se la conocía como Plaza de Adolf Fredrik. Para lograrlo le fue de gran utilidad su experiencia parisina y el conocimiento alcanzado en ella de las fuentes que adornan los jardines del Palacio de Versalles. Fueron estas fuentes las que le sirvieron de inspiración para esta obra, especialmente en el uso de los surtidores de agua como recurso escultórico, cuyos potentes chorros acompañan y complementan la vibrante lucha que se describe. La fuente tiene como título “La pesca de Thor”, y está inspirada en un famoso episodio de la mitología escandinava en la que Thor se enfrenta a la Serpiente de Midgard. Su tremenda fuerza expresiva  pronto la hizo muy popular entre el público.
Anders H. Wissler, La pesca de Thor (1903), Estocolmo

En la mitología escandinava el dios Thor ocupa un lugar prominente. Se le atribuye una fuerza extraordinaria que le permitía enfrentarse a los gigantes y trolls que amenazaban Asgard, el reino donde los dioses tenían sus magníficas moradas. En las sagas nórdicas se le describe como un ser poderoso, de ojos rojos, fieros y relampagueantes, tal como correspondía al dios del trueno y el rayo; también se dice en ellas que el trueno era el sonido que producía su carro al atravesar el cielo.

               Para enfrentarse a los gigantes, Thor se valía de tres objetos prodigiosos. El primero, su infalible martillo Miollnir, que al lanzarlo, no sólo acertaba siempre en su objetivo, sino que regresaba a las manos del dios como un bumerán y  tenía el poder de regenerar la vida. El segundo, un cinturón mágico que multiplicaba su ya de por sí formidable fuerza. El tercero, los guantes de hierro que le permitían blandir al poderoso Miollnir.

               Una de las leyendas más conocidas relacionadas con Thor es su combate con Jördmundgander, la serpiente de Midgard. Midgard es el mundo de los hombres creado por Odín, así que también se la conoce como la Serpiente del Mundo. Es un ser maligno, hijo de Loki y de la gigante Angrboda, con cabeza de dragón y un cuerpo negro cubierto de escamas. Odín ordenó arrojarlo al fondo del mar, donde creció hasta adquirir un tamaño gigantesco capaz de rodear el mundo. Thor se convirtió en su más encarnizado enemigo y supo encontrar el momento de enfrentarse a ella.

Anders H. Wissler. La pesca de Thor (1903)
Estocolmo
En cierta ocasión, Odín decidió preparar un gran banquete en casa de Aemir, el rey de los mares, pero carecía de una caldera lo suficientemente grande para preparar la cantidad de hidromiel que se necesitaba, así que encargó a Thor que fuera donde el gigante Hymir que tenía una de más de una legua de profundidad. Cuando Thor llegó a casa de Hymir adoptó la apariencia de un inofensivo joven, y aprovechando que el gigante se disponía a salir de pesca le pidió que lo dejara acompañarlo. El gigante accedió y Thor arrancó la cabeza del buey más grande del rebaño de Hymir para utilizarlo como cebo.

Nada más subir al bote remaron hasta el lugar donde solía pescar Hymir, pero Thor insistió en adentrarse más en el mar, así que continuaron durante un buen rato, hasta que el gigante pidió parar por miedo a encontrarse con Jördmundgander, pero el dios del trueno hizo caso omiso y continuó avanzando a pesar de la desaprobación de Hymir. Cuando decidió parar, puso la cabeza del buey en el anzuelo y lo arrojó al mar. Como había previsto, la serpiente de Midgard picó el anzuelo y tiró de él con tanta fuerza que arrastró a Thor hasta el otro extremo de la embarcación. Éste logró reponerse y con gran esfuerzo empezó a tirar hasta sacar a la serpiente a la superficie. Cuando se disponía a asestarle un martillazo en la cabeza, Hymir cortó el sedal con un cuchillo y la serpiente se hundió de nuevo en el fondo del océano. Thor lanzó entonces su martillo contra ella a través de las aguas y hay quien dice que la mató, aunque según la mayoría de las fuentes, sigue viva y envuelve el mundo. El encuentro definitivo tendrá lugar con la llegada del Ragnarok, el apocalipsis escandinavo, cuando Thor logrará derrotar al horrible monstruo, aunque también él caerá muerto antes de dar diez pasos, víctima del veneno expulsado por las fauces de tan temible adversario.

Fotografías: Gonzalo Durán

No hay comentarios:

Related Posts with Thumbnails